martes, 14 de marzo de 2017

LA LISTA DEL BIEN Y DEL MAL

Continuando con el mensaje que los dioses entregan a los hombres primitivos de Plantón, vemos que existe otra revelación, la Pluridad. El Dos indefinido de los pitagóricos.

La Unidad, como dijimos, es el origen de todas las cosas, que es, por naturaleza, inmutable y limitada. Cuestiones, estas, que no casan bien con el mundo de los sentidos en el que los hombres se hallan inmersos, donde todo está en un continuo cambio, y la diversidad está en todas partes.

Lo que se explica con el concepto de “Pluridad”. Si trasladamos estos conceptos al universo numérico de los pitagóricos, la unidad se identificaría con el uno aritmético. No como un número, más bien como principio de la serie numérica, como el comienzo del número. Ya que el número es plural, es una sucesión de unidades, por lo que el dos es el primer número.

Así, la Pluridad, es generada por la Unidad. De esta manera la Unidad lleva implícito el principio de lo Limitado, del uno, y de lo Ilimitado del número, en cuanto a sucesión de unidades.

Por lo que todo lo que es indefinido, deforme y desordenado, características que identifican el mundo de los sentidos, se englobaría dentro de esta pluralidad, que los pitagóricos llaman Dos indefinido, y Platón, Díada indefinida, siendo “absolutamente imposible que la naturaleza pudiera existir sin la Díada indefinida” (Teofrasto, Metaph. 33). Platón identificará la Unidad con el mundo real y perfecto, mientras que la Pluralidad será el mundo natural e imperfecto, que intenta imitar al real.

Pero lo que más nos interesa de la existencia de esta  Pluridad o Dos indefinido, y su coexistencia con la Unidad, es su lista de opuestos. Que según los pitagóricos consta de diez opuestos:


Limitado
Ilimitado
Par
Impar
Unidad
Pluralidad
Derecha
Izquierda
Masculino
Femenino
Reposo
Movimiento
Recto
Curvo
Luz
Oscuridad
Bueno
Malo
Cuadrado
Oblongo








Para entender las lista debemos situarnos en el contexto preciso de su creación. Para lo cual tenemos que retroceder y situarnos en el año 3.500 a.C., como poco.

Lo que está describiendo esta lista es un cambio de pensamiento, un cambio de mentalidad. Está definiendo el paso de un universo natural, ilimitado (indefinido) y plural (variado), originado por una diosa madre creadora, a otro artificial, creado por un dios masculino, rectilíneo y ordenado (limitado e inmutable). Está definiendo el paso de una sociedad prehistórica a otra más compleja y organizada, basada en un mundo artificial y urbanizado, civilizado.

Por eso, el universo que describen los filósofos griegos de la segunda mitad del primer milenio antes de Cristo, es el mismo que recogen las fuentes hebreas del siglo octavo antes de Cristo, y las sumerias del año  tres mil quinientos antes de Cristo. Pues beben de la misma fuente.

Cuando fue creada esta nueva teoría del universo, las estructuras socio económicas de las sociedades humanas estaban cambiando. El descubrimiento de la agricultura tuvo unas consecuencias inevitables, de las cuales las más visibles fueron la sedentarización (el reposo de la lista de opuestos, frente a la vida nómada y en movimiento de las sociedades cazadoras) y el aumento de la población a nivel mundial. Lo que exigía otra forma de organización, más compleja, gestionada a través de poblamientos cada vez más extensos (ciudades, donde existen unos límites definidos), y acondicionados a las nuevas exigencias de la sociedad humana (mediante un urbanismo rectilíneo y cuadrado, el polígono perfecto para los pitagóricos). Dando la sensación de que el nuevo universo, creado por la mano (derecha) del hombre (masculino), es la superación del mundo natural (desordenado y caótico, donde predomina la curva), creado por la madre naturaleza (femenino). Por lo que el concepto de Civilización (bueno) comenzó a oponerse al concepto de Naturaleza (malo, por imperfecto e inferior). Para lo cual había que destruir unas creencias ancestrales, basadas en un universo creado por una fuerza femenina, la diosa madre. Y propagar el nuevo culto masculino.

Y esta es la finalidad de la lista. Dejar patente lo que es bueno y lo que es malo, por si algún despistado todavía no lo tiene claro.

La llegada de los sumerios a la historia supone el fin del mundo femenino creado por esta diosa madre, y el inicio de un nuevo concepto de universo. Gobernado por un dios masculino, que crea un mundo artificial, adaptado al hombre, como vemos en el poema de Gilgamesh. Pero, cuyo germen, habría que buscar en otro sitio, en un momento previo, seguramente al final del Neolítico.



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